Necesidad
del aprendizaje social, no solo inteligencia.
Tras la exposición de
un hecho histórico en el que un grupo de colonos no sobrevivió en un territorio
del que los aborígenes obtenían recursos suficientes, se plantea el proceso
evolutivo necesario para poder acceder a los recursos: redes, anzuelos, conocer
los procesos de cocción, descubrir los nutrientes válidos… que exigen algo más
que inteligencia.
El paquete de
herramientas, técnicas de aprovisionamiento, conocimiento ecológico y acuerdos
sociales que usa cualquier grupo de cazadores-recolectores es demasiado
complejo como para que cualquier individuo pueda crearlo por sí solo. Somos
capaces de aprender todas las cosas que necesitamos saber en cada uno de los
diferentes entornos en los que vivimos únicamente porque adquirimos información
de los otros.
Somos mucho mejores que las otras especies en aprender de otros
y, no menos importante, estamos impelidos a aprender de otros incluso aunque no
entendamos por qué nuestros modelos hacen lo que hacen. Esta psicología permite
a las poblaciones humanas acumular acervos de información adaptativa que
superan enormemente las capacidades inventivas de los individuos particulares.
La evolución cultural acumulativa es crucial para la adaptación humana. Los
humanos no seríamos una especie excepcional si no nos adaptáramos
culturalmente.
[…] La gente parece estar intrínsecamente
motivada a adoptar las creencias de otros. ¿Puede la selección natural favorecer
una psicología así?
[…] El aprendizaje social
permite a los aprendices ser selectivos: confiar en indicadores ambientales de
calidad y, en caso contrario, imitar. Cuanta más gente imite, mayor es la
calidad media de la información creada por el aprendizaje individual. El
problema con el aprendizaje social es que los entornos cambian, y los
individuos pueden copiar el comportamiento de alguien que no esté bien adaptado
al entorno actual. Esto significa que, a medida que los individuos imitan más, la
población sigue los cambios ambientales con menor precisión. Así que la
imitación produce el mayor aumento de adecuación cuando el aprendizaje es muy
difícil y los entornos cambian con lentitud.
[…] La gente
principalmente copia, y sólo hacen modificaciones sustanciales cuando tienen
una prueba clara de que deben hacerlo.
[…] La imitación no es tan ciega. Supongamos que los aprendices jóvenes pueden observar el éxito de los
adultos. Una niña pequeña que está aprendiendo a recolectar puede ver quién es
la mujer que recoge más tubérculos, quién se cansa menos, quién es la más
rápida y a quién admiran más las otras mujeres. Después, una tendencia a imitar
a las personas con éxito puede llevar a la difusión de los rasgos relacionados
con el éxito en la recolección, aunque los imitadores no tengan una comprensión
causal de la conexión.
[…] Estas hipótesis
sobre la psicología del aprendizaje social se basan en un razonamiento
evolucionista: la gente debería estar predispuesta a aprender de los
prestigiosos o de aquellos que practican lo que predican, porque en el pasado
esto aumentó la adecuación. Durante la última década, han surgido evidencias
que respaldan ambas hipótesis y varias otras derivadas del mismo razonamiento.
[…] Parece sensato concluir que la cultura cambia mucho más rápido que los
genes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario